La pólvora, es un polvo
explosivo, y de hecho el primer explosivo conocido, utilizado principalmente
como propulsor de proyectiles en las armas de fuego y con
fines acústicos en los juegos pirotécnicos, la cual consiste en un
combustible que sería el carbón, un oxidante y el azufre lo cual produce una
reacción estable. Una mezcla de pólvora común contiene 75% de nitrato de
potasio, 15% de carbono y 10% de azufre.
En cuanto a su origen,
no es muy claro, su invención es atribuida habitualmente a la China antigua,
como uno de sus cuatros grandes inventos, incluyendo la brújula, el papel y la
impresión; aunque también se considera que la pólvora fue un invento de los árabes.
De todas maneras, fue inventada entre los siglos VII y IX, y seguramente, como
ha ocurrido con otros inventos, pudo haber surgido de manera simultánea en
ambas culturas.
En China, se cree fue
inventada por alquimistas (los alquimistas eran los químicos de la época, ellos
creían que podían alcanzar un estado espiritual más elevado si
lograban modificar su ser interior a través de la transición de metales).
Ellos encontraron la pólvora de manera accidental ya que en realidad lo que buscaban
era el elixir de la vida eterna. Se dice esto porque la primera mención de la
pólvora data de 142 d.C., durante el reinado de la dinastía Han, un alquimista
chino llamado Wei Boyang escribió un libro llamado "El libro del
parentesco de los tres" en el cual advierte acerca de la mezcla de tres
polvos que “volaban y bailaban violentamente” cuando se encendían. Esto lo hizo
porque los alquimistas taoístas en su búsqueda del elixir para la inmortalidad
y sus diferentes experimentos provocaron muchos incendios y explosiones. Esto
puede significar que los chinos inventaron la pólvora mucho antes del
nacimiento de Cristo, pero los escritos son demasiado esotéricos para dar
evidencia creíble porque además no hay más información acerca de este polvo
disponible en sus escritos.